Los ojos más tristes que pidieron ayuda
Chrissy, una compasiva rescatadora de perros, estaba en el refugio en una misión de rutina. Ella estaba allí para transportar algunos perros a Forgotten, Now Family Rescue, ubicado en Charlotte, Carolina del Norte. En medio de su visita, vio a un perro mayor, que apenas podía caminar, entrar al refugio.
Cubierto de suciedad de pulgas y apestando a infección, el cachorro tenía la mirada más triste en sus ojos. Se aferró a la pierna de su dueño, como si sintiera la muerte inminente. Chrissy no pudo ignorar la desesperación en sus ojos.
Al enterarse de que el cachorro, llamado Seymour, había estado con su familia durante dieciocho años y ahora lo iban a entregar para la eutanasia, el corazón de Chrissy se rompió. Ella tomó una decisión rápida.Seymour no afrontaría este destino.
A pesar de la resistencia inicial del dueño de Seymour, Chrissy, junto con su compañera rescatadora Carcy, lograron convencerlo de que les permitiera llevar a Seymour al veterinario. Después de que el dueño se fue, Seymour miró a su alrededor, desconcertado y solo..
La vida que siempre se suponía que tuvo
Chrissy inmediatamente consoló a Seymour, asegurándole que no estaba abandonado. Ella no lo dejaría en una perrera fría. Seymour quedó asombrado por este suave toque, como si nunca antes hubiera conocido el amor.
Con crecimientos y masas notables en su cuerpo, Seymour fue acogido como un cachorro de fospice. Chrissy lo llevó al veterinario, decidida a brindarle la atención que necesitaba desesperadamente.
Después de someterse a una cirugía para extirpar las masas, Seymour comenzó su recuperación en la casa de Chrissy. Allí experimentó una avalancha de amor y apoyo por parte de toda la familia, incluidos los niños.
Aunque nadie esperaba que Seymour viviera mucho tiempo, el cariño que recibió hizo maravillas. Él desafió las expectativas, brindando a Chrissy y su familia más de trece meses de alegría y compañerismo.
Una segunda oportunidad en la vida
La transformación de Seymour fue nada menos que milagrosa. De ser un perro abandonado y con el corazón roto, se convirtió en un miembro querido de la familia, disfrutando del amor derramado sobre él.
La familia de Chrissy se enamoró del dulce carácter y el buen corazón de Seymour. Estaban agradecidos por cada momento pasado con él.
Chrissy reflexiona a menudo sobre cómo sus caminos se cruzaron en el momento perfecto. Ella cree que sus corazones estaban destinados a encontrarse.
Seymour ahora comprende lo que se siente al ser amado y cuidado incondicionalmente. Su vida en Charlotte, Carolina del Norte. está lleno de alegría, cariño y sentido de pertenencia.
Por siempre amado
La historia de Seymour es un testimonio del poder del amor y la bondad. A pesar de su angustia inicial, encontró una familia para siempre que lo atesora.
Chrissy está eternamente agradecida por la oportunidad de compartir su vida con Seymour. Ella promete apreciar cada día que pasen juntos.
Seymour disfruta de su nueva vida, absorbiendo el amor que lo rodea. Ya no es indeseado; él es un querido miembro de la familia.
La alegría y la felicidad que Seymour trae a la familia de Chrissy son inconmensurables. Su presencia es un recordatorio de la resistencia del amor y el increíble vínculo entre los humanos y sus compañeros caninos.