Rescatando a la dulce niña
Un motociclista compasivo se topó con un escena desgarradora al borde de la carretera: un perro diminuto en una situación desesperada, desfigurado por las heridas. Incapaz de ayudar de inmediato, rápidamente pidió ayuda, asegurándose de que ella no se quedara atrás. Sus rápidas acciones pusieron en marcha un esfuerzo de rescate que cambiaría su vida para siempre.
Con su madre y el equipo de Mission Pawsible comenzó la misión de rescate. El pequeño cachorro, aunque asustado, era de suma importancia. A pesar de su miedo, el equipo estaba decidido en su misión. Comenzaron preguntando por ahí, sólo para descubrir que tenía dueño, lo cual fue impactante dada su terrible condición.
Misión Pawsible compartió en Facebook:
«Una vez fue una impresionante cachorrita de raza occidental, pero no la mantuvieron… cubierta de rastas, garrapatas, pulgas…»
Su falta de atención básica era evidente. Los intentos de atraerla a una jaula con comida fracasaron, pero finalmente llegó el dueño y logró ponerle una correa.
Aunque el dueño permitió que se la llevaran, los ojos de la perra reflejaban una profunda tristeza y confusión. El equipo de rescate describió la experiencia como angustioso. A pesar del abandono, todavía amaba a su dueño. Sin embargo, pareció sentir que estos rescatistas estaban allí para ayudarla y comenzó a calmarse.
El comienzo de una vida nueva y hermosa
En la clínica veterinaria, el cachorro disfrutó de un corte de pelo muy necesario y de una comida nutritiva. Una vez desaparecido su pelaje enmarañado, el equipo finalmente pudo evaluar sus heridas, que, para su alivio, fueron mínimas. Aunque su espíritu todavía estaba destrozado, el personal de la clínica estaba decidido a ayudarla a recuperar su confianza en los humanos.
Necesitaba el hogar de acogida adecuado o, preferiblemente, un hogar permanente donde poco a poco pudiera aprender a confiar de nuevo. Afortunadamente, rápidamente encontraron un nuevo hogar. Su nueva mamá, Michellina Suminto, era la pareja perfecta y al instante se enamoró de ella. Michellina había estado buscando otro perro para hacerle compañía a su mascota actual.
Lexie, como la llamaban ahora, se transformó en una perro bellamente esponjoso mientras su abrigo volvía a crecer. Su nueva apariencia fue nada menos que increíble y rápidamente se adaptó a su nuevo entorno. En apenas unos días, ella y su hermano adoptivo, Edison, se volvieron inseparables.
Michellina compartió con The Dodo: “Ahora es una chica muy valiente, estoy muy orgullosa de ella”. El viaje de Lexie desde una cachorrita abandonada al borde de la carretera hasta un querido miembro de la familia es un testimonio del poder de la compasión y el amor. Ya no teme a los humanos gracias a las almas bondadosas que le mostraron lo que significa el verdadero cuidado.