Una misteriosa bola esponjosa
Los rescatistas de animales son nada menos que héroes y constantemente se ponen en peligro para salvar a criaturas en peligro. Cuando un rescatista llamado John recibió un informe sobre un pequeño animal peludo varado en una transitada carretera de la ciudad de Nueva York, supo que tenía que actuar con rapidez.
John condujo durante más de treinta minutos, decidido a localizar al animal. Después de algunas búsquedas, finalmente Vi una pequeña bola de pelusa al costado de la carretera.. «Cuando llegué, al principio lo extrañé», relató John.
Inmediatamente se detuvo y se acercó a la pequeña criatura. A medida que se acercaba, John se dio cuenta de que El misterioso animal era un gato peludo y asustado.. Con los coches pasando a toda velocidad, sabía que tenía que actuar rápido.
A pesar del peligro y de sus propios nervios, John estaba motivado por el terror del gato. Ver su cara de miedo le rompió el corazón., y sabía que tenía que ayudar. El pequeño gato tenía demasiado miedo para moverse o emitir algún sonido.
Rescate angustioso
Con la ubicación del gato ahora clara, John se apresuró a regresar a su auto para agarrar una red. Cuando regresó, el gato intentó huir, corriendo a lo largo del divisorio e intentando deslizarse hacia una alcantarilla.
Afortunadamente, el gato no entró en la alcantarilla y John pudo atraparlo con la red. «Lo acerté allí mismo», dijo John, aliviado. Había capturado al pequeño felino asustado antes de que pudiera meterse en más problemas..
Aunque al principio desconfiaba, el gato pronto se dio cuenta de que John no quería hacer daño. «Cuando lo conseguí por primera vez, estaba siseando. Pero una vez que llegamos a mi departamento, resultó ser el gato más dulce», compartió John.
Este emocionante rescate terminó con éxito, con John y el gato a salvo. El gato empezó a confiar en John., entendiendo que estaba en buenas manos.
Un nuevo comienzo
John hizo todo lo posible por encontrar a la familia del gato, pero al no tener suerte, decidió colocarlo en un hogar de acogida. Sus amigos lo ayudaron a encontrar un hogar amoroso para siempre. para el felino esponjoso.
«Fue a casa de mi amiga Kacia Caprariello, quien lo acogió durante unas semanas», explicó John. Otra amiga, Virginia Scudder, ayudó a encontrarle un hogar permanente al gato.
En poco tiempo, el adorable gato, ahora llamado Bell, fue colocado en un hogar cálido y amoroso. Bell ya no tuvo que preocuparse por quedarse varado en una carretera muy transitada.
Bell también fue esterilizado y le colocaron un microchip para garantizar que nunca más se perdería. «Ahora está viviendo una vida maravillosa», concluyó John, agradecido por el final feliz. La rápida acción de John había salvado la vida de Bell..