El canino recibe ayuda
Cuando los agentes pasaron por allí, vieron un perro acurrucado al borde de la carretera. Ellos reaccionaron de inmediato y detuvieron su auto. El cachorro, más tarde llamado Joy Bird, pareció sentir su intención y finalmente sintió un rayo de esperanza. Su desesperado deseo de ayuda finalmente fue respondido.
Para garantizar la seguridad de Joy Bird, los oficiales formaron un escudo protector a su alrededor. Rápidamente se pusieron en contacto con Stray Rescue of St. Louis y, hasta que llegó la ayuda, permanecieron a su lado, ofreciéndole caricias suaves y palabras de consuelo. La vista de sus ojos suplicantes conmovió a todos profundamente.
El equipo de rescate llegó pronto y descubrió el angustioso estado de Joy Bird. Tenía cortes y luchaba por mover las patas traseras. La subieron con cuidado a su vehículo y la llevaron rápidamente a la clínica veterinaria para recibir atención urgente.
En la clínica, el alivio los invadió cuando supieron que sus heridas no ponían en peligro su vida. Joy Bird tenía una fractura de cadera pero se esperaba que se recuperara por completo. Su viaje hacia la curación apenas comenzaba.
Sentirse seguro por fin
Al día siguiente, después de una noche de descanso, Joy Bird parecía más tranquila. Sus ojos una vez temerosos ahora mostraban signos de confianza. Empezó a comprender que estaba rodeada de gente cariñosa que quería lo mejor para ella. La exitosa cirugía marcó el comienzo de su recuperación.
Como no podía usar sus patas traseras, sus rescatistas encontraron una manera de permitirle disfrutar del aire libre. La colocaron en un cochecito y la llevaron a pasear. El rostro de Joy Bird se iluminó de felicidad mientras tomaba el sol. Ella apreciaba estos momentos de libertad y alegría.
Semanas después de la cirugía, estaba lista para el siguiente paso de su viaje.
Su nueva familia adoptiva la recibió calurosamente y la colmó de amor y afecto. Aunque a Joy Bird le encantaba la atención, deseaba tener un hogar para siempre donde pudiera sentir amor incondicional. Su corazón anhelaba un lugar permanente al que llamar hogar.