Los perros sin hogar enfrentan una dura realidad en las calles, pero la esperanza de encontrar una familia amorosa mantiene vivo su espíritu. Esta esperanza duradera alimenta su determinación de sobrevivir.
Cada encuentro con un ser humano enciende un destello de esperanza en sus ojos, suplicando en silencio ayuda y compañía.
Athos, un perro callejero, buscaba incesantemente la felicidad.
A pesar de sus dificultades, nunca vaciló en su sueño de encontrar una familia que lo colmara con el amor que tanto anhelaba.
Durante semanas, Athos deambuló por las calles, meneando la cola y adornando el rostro con una sonrisa esperanzada, mientras seguía a los transeúntes, deseando que alguien lo llevara a casa.
Los buenos humanos se dan cuenta de un adorable perro callejero
El dedicado equipo de Howl Of A Dog, una organización de rescate de animales, no podía ignorar la difícil situación de este entrañable perro callejero. Estaban decididos a rescatarlo.
Sintieron una punzada de tristeza al ver a Athos detrás de la gente, moviendo su cola esponjosa e intentando hacerse amigo de cualquiera que se fijase en él.
De vez en cuando, Athos olisqueaba el suelo con la esperanza de encontrar un trozo de comida para sustentarse.
A pesar de su solitaria existencia, su sonrisa nunca se desvaneció, y fue entonces cuando los rescatistas decidieron intervenir y ofrecerle comida.
Athos se acercó a ellos con gratitud, como si comprendiera que sus oraciones estaban siendo escuchadas.
Los rescatistas le colmaron de afecto, que él disfrutó. derritiéndose en sus abrazos con un amor abrumador.
No podría haber estado más feliz al saber que los amables humanos que había estado esperando finalmente habían acudido en su ayuda.
El encantador callejero recibe ayuda
Una vez que Athos aceptó ir con ellos, el equipo de rescate lo llevó a una clínica para un chequeo exhaustivo.
Los veterinarios descubrieron que Athos, de unos dos años de edad, había una importante herida en la espalda.
Las pruebas revelaron que estaba anémico y también padecía la enfermedad de Lyme.
Inmediatamente comenzaron su tratamiento.
Debido a la fiebre, los rescatistas esperaron a que bajara antes de darle un baño muy necesario.
Finalmente, Athos fue trasladado a un refugio.
En el refugio, encontró la alegría de tener un lugar seguro donde vivir y muchos nuevos amigos que se preocupaban profundamente por él.
Comprendió que ya no estaba solo.
Athos sueña con correr a los brazos de sus padres
Con el paso del tiempo, Athos empezó a recuperar fuerzas.
Sus cuidadores estaban encantados de verlo recuperarse por completo.
Aunque apreciaba el cariño de sus amigos del refugio, Athos anhelaba tener una familia eterna a la que llamar suya.
Le gustaba jugar con su compañero canino, Clyde, y tenía esperanzas en su futuro.
Esperaba ansiosamente el día en que pudiera correr a los amorosos brazos de su nueva familia.
Mientras esperaba su momento, aprovechaba al máximo sus días en el refugio, disfrutando de la compañía de sus amigos.
Mantenemos la esperanza de que este encantador perro pronto encuentre a los humanos cariñosos que se merece.