Todos manos a la obra
Para Perkins, los animales no son sólo compañeros; ellos son familia. Para llevar alegría y salud al mayor número posible de personas, aceptó un puesto en Maryland SPCA en Baltimore. Sintió una conexión instantánea con los perros, que reflejaban las emociones y preferencias humanas.
Durante sus primeros días en el refugio, Perkins notó una Pitbull de tres años llamado Nola. Antes de llegar, Nola había vagado por las calles implacables, esperando que un alma bondadosa la rescatara. Desafortunadamente, sus problemas de comportamiento limitaron a Perkins a limpiar su perrera y darle golosinas a distancia.
“Cuando la conocí por primera vez, sus ojos muy abiertos me atrajeron”, recuerda Perkins. Los ojos de Nola se llenaron de miedo; ella no meneaba la cola ni se acercaba a él como los demás perros. Perkins pronto descubrió por qué solo se le permitía el contacto con el personal de conducta.
Nola tuvo problemas en el entorno del refugio. El ruido abrumador y caos exacerbó su ansiedad, haciéndola sentir más pánico y ocasionalmente agresiva. Su condición era difícil, pero Perkins estaba decidido a ayudarla.
Las cosas no siempre salen como las planeamos
La ruidosa atmósfera del refugio fue demasiado para Nola. Sus niveles de estrés eran constantemente altos, como lo demuestran sus ojos muy abiertos y temerosos. A diferencia de algunos perros que se adaptan a la vida en un refugio, Nola pareció deteriorarse, a pesar del amor y la paciencia del personal.
«Algunos perros pueden adaptarse al caos de las perreras, pero perros como Nola parecen simplemente deteriorarse», señaló Perkins. Lamentablemente, el tiempo no curó a Nola. Cuanto más se quedaba, peor se volvía su condición, e incluso comenzó a mostrar agresividad hacia los humanos.
Perkins compartió momentos de conexión con Nola y dijo: “Simplemente nos mirábamos fijamente durante hasta diez minutos. Hubo momentos en los que juré que había logrado llegar a ella”. Sin embargo, el refugio tuvo dificultades para encontrarle un hogar de acogida y su situación se volvió grave.
Al final, el personal tomó la desgarradora decisión de sacrificar a Nola. Perkins dijo: «La parte más difícil fue volver a limpiar una perrera que alguna vez perteneció a alguien tan importante». La pérdida fue un claro recordatorio de los desafíos que enfrentan los animales del refugio.
La dura realidad de los refugios
Esta experiencia subraya la importancia de crear un ambiente libre de estrés para animales. Perkins enfatizó: “Las perreras y lo que sucede en ellas es el resultado de la negligencia humana. La responsabilidad es la clave para evitar poner a perros como Nola en situaciones estresantes”.
Los animales prosperan en condiciones de vida saludables. Cuando se les brinda amor y cuidado, son los seres más felices. Es crucial que cada individuo contribuya a un mundo donde los animales puedan vivir una vida plena y sin estrés.
Perkins reflexionó sobre el costo emocional y señaló: «Una parte de mí me dijo que ella volvería y que simplemente estaba dando un paseo, pero la realidad rápidamente se impuso». A pesar de la angustia, sigue comprometido a ayudar a los animales necesitados.
El recuerdo de Nola sigue vivo en los corazones de quienes la conocieron. Perkins concluyó: “Trato de no pensar demasiado en los ‘qué pasaría si’ porque lo único que realmente tenemos es el momento y no puedo salvarlos a todos. Su recuerdo está vivo en todos nosotros… Es una pena que haya llegado a ese punto”.
Avanzando
La historia de Perkins es un llamado a la acción para todos los amantes de los animales. Debemos asegurarnos de que tanto nuestras mascotas como los animales de refugio reciban la la mejor atención posible. Esto significa abogar por mejores condiciones en los refugios y ser dueños de mascotas responsables.
Cada pequeño esfuerzo cuenta. Ya sea trabajando como voluntario en un refugio, adoptando una mascota o simplemente creando conciencia, todos podemos contribuir a marcar la diferencia. La dedicación de Perkins sirve como inspiración para hacer más por nuestros amigos peludos.
A medida que avancemos, recordemos a Nola y a otros animales como ella. Merecen la oportunidad de vivir una vida feliz y sin estrés. Depende de nosotros asegurarnos de que lo obtengan.
En palabras de Perkins: «Lo único que realmente tenemos es el momento». Aprovechemos cada momento para crear un mundo mejor para los animales, un mundo donde sean amados, cuidados y libres de miedo.