Misión de rescate revela una escena desgarradora
Adaptarse a la vida en un refugio es difícil para cualquier perro, pero para dos pequeños cachorros fue especialmente desalentador. Al ingresar al refugio con su madre, estos cachorros se enfrentaron a un mundo nuevo y aterrador. Ellos eran visiblemente asustado y claramente no estaban acostumbrados a estar separados de su madre.
Una imagen en particular capturó la atención del mundo: los dos cachorros, abrazados en un reconfortante abrazo, después de un chequeo veterinario de rutina. Este foto desgarradora Rápidamente se volvió viral y tocó los corazones de muchas personas en todo el mundo.
El año pasado, el Departamento de Policía de Youngstown alertó a Animal Charity of Ohio sobre perros que vivían en condiciones deplorables. La directora de la organización, Jane MacMurchy, llegó y encontró a una perra y sus dos cachorros cubiertos de suciedad, viviendo en un corral abandonado.
Los perros estaban tan asustados que se aferraron unos a otros y se negaron a interactuar con nadie. El equipo de rescate esperaba ofrecerles la socialización y cuidado necesitaban desesperadamente, transfiriéndolos a sus instalaciones para recibir más atención.
La dependencia emocional de los cachorros de su madre
Los tres perros habían soportado tales condiciones de vida horribles que adaptarse a su nuevo entorno requería tiempo. Jane y su equipo se aseguraron de que los perros recibieran baños y chequeos médicos. Lady, la madre, parecía un poco más tranquila, pero sus cachorros estaban aterrorizados.
Durante su primera visita al veterinario, Lady fue atendida primero y dejó a sus cachorros solos. Layla y Peaches estaban visiblemente angustiado y se abrazaron para consolarse hasta que su mamá regresó. Esta escena fue particularmente desgarradora para el equipo de rescate.
Aunque se encontró que los perros gozaban de una salud relativamente buena, la atención se centró en desarrollar su confianza. El equipo llevó a cabo varias sesiones de entrenamiento destinadas a mejorar sus habilidades sociales y aliviar su ansiedad frente a los humanos.
Poco a poco, los cachorros empezaron a mostrar signos de mejoría. Comenzaron a interactuar más cómodamente con la gente y empezaron a disfrutar de su nuevo entorno, gracias a la esfuerzos dedicados del personal del refugio.
Viaje para encontrar hogares para siempre
Después de una semana de intenso entrenamiento, Layla y Peaches comenzaron a sentirse más a gusto. Los cachorros se volvieron más relajados y juguetones, despojándose de sus miedos iniciales. Su madre, a la que cariñosamente llamaban “trasero meneante”, disfrutaba de la atención de sus nuevos amigos humanos.
Gracias a una asociación con Lake Humane Society, los tres perros encontraron su hogares para siempre. Peaches, ahora llamada Sasha, disfruta chapoteando en la piscina de su nuevo hogar.
Lady y Layla también aceptaron su nueva vida. A Lady le encanta descansar en su nueva cama, mientras Layla pasa sus días jugando con su nuevo amigo canino, Linus.
Esta familia de perros, que alguna vez fueron un trío asustado e inseguro, ahora está felizmente instalada en hogares amorosos. Su transformación es una testamento del poder de compasión y dedicación. ¡Les deseamos todo lo mejor en sus nuevas vidas!